La
Fundación Coreoarte les desea Feliz Navidad y les agradece todo el apoyo
brindado en este año 2011, esperamos seguir uniendo nuestros caminos
para construir juntos y juntas, un nuevo año lleno de posibilidades y
grandes sueños.
domingo, 25 de diciembre de 2011
jueves, 22 de diciembre de 2011
Cesária Évora y Coreoarte
La cantante de Cabo Verde Cesária Évora, recientemente fallecida, inspiró al coreógrafo Carlos Orta de tal manera que escogió varias canciones interpretadas por ella y las llenó de historias posibles, impregnadas de las vivencias de esta "Diva de los pies desnudos".
Lo importante de esta pieza (Pies desnudos, 1995) es la relación que el coreógrafo estableció con la artista, que por cierto solía actuar descalza como un saludo simbólico para el Cabo Verde pobre, que ella evocaba en sus canciones y como ella ha dicho tratan de cosas perdidas, de amor, de nostalgia, sobre el sol y su tierra, sobre la pobreza y sus problemas.
Todo esto tocó a Carlos Orta, conocedor de todo este sentir, y fue éste su pretexto para expresar solidariamente todas estas vivencias a través del movimiento.
Coreoarte desde Venezuela lamenta esta enorme pérdida, siempre soñamos que ella pudiese ver este homenaje estando viva.
sábado, 3 de diciembre de 2011
Coreoarte en Mérida
Desde el año 2002, Coreoarte
viene recibiendo la invitación para participar en el Festival del Movimiento,
festival que se lleva a cabo en el estado Mérida y que este año cumple su 20°
aniversario. Una vez más aceptamos la invitación y la noche del 12 de noviembre
presentamos a sala llena y con una buena aceptación del público, la obra Yo soy
Joaquín, una de las últimas coreografías del maestro Carlos Orta, ganadora del Premio Nacional de Cultura como mejor coreografía (2008). Esta obra fue
inspirada en Fulgor y muerte de Joaquín Murieta de Pablo Neruda y refleja parte
de la lucha incesante que han tenido los pueblos latinoamericanos buscando la
justicia y la igualdad.
Yo soy Joaquín, Teatro César Rengifo. Foto: Jhon Rivas. |
Es por ello que este año quisimos abordar otros espacios que fueran más
allá de las butacas del César Rengifo. Esta vez, gracias a un trabajo de
planificación y coordinación previa a nuestro traslado a Mérida, pudimos salir
de la rutina habitual para llevar talleres y muestras de danza a varias
comunidades de este estado, muchas de las cuales nunca habían sido visitadas con
una propuesta de trabajo semejante. Al terminar el festival, cuando se suponía
que debía terminar nuestro viaje fue cuando 14 de los integrantes de la
fundación empezamos nuestro recorrido.
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