Este viernes 6 de septiembre, Coreoarte en el marco de sus actividades aniversarias presentó la Gala de Danza Coreoarte, 30 años en movimiento, en la sala Ríos Reyna del teatro Teresa Carreño. Alfredo Pino (bailarín de la primera generación de Coreoarte), abrió el espectáculo. Sólo su presencia en el escenario hizo despertar los aplausos de un público acojedor lleno de buena energía. Luego, una animación proyectada en pantalla gigante le antecedió a un fragmento de la obra de Carlos Orta y música de Heitor Villalobos, Trópico (1985), esta vez bailada por 6 bailarinas con pintura corporal asemejando flamingos.
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Fotografía Iván Ordoñez |
Luego un video sobre nuestra Latinoamérica, desembocando con danzas que evocaban lo indígena, lo español y lo africano. Nuestro mestizaje danzado con los excelentes músicos Emilio Mendoza, Alexander Paredes y Moisés Mirele.
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Fotografía Iván Ordoñez |
Dos mujeres, Joseline Palma y Poy Márquez (primera generación), figuras emblemáticas de la danza en Venezuela aparecen con la coreografía de Carlos, Perfil (1986), fragmentos de esta pieza jugaron con Carolina Avendaño (de la segunda generación de Coreoarte) y Olivia Sosa (bailarina mexicana que perteneció varios años a la compañía), con el famoso Tango de Carlos Orta (música de Piazzolla) en donde la pasión y la rivalidad formaron parte de este cuadro que cierra con una niña y una comparsa (fragmento también de la pieza Perfil) con los músicos Moisés Mirele, Aniello Castillo, Álvaro Parde y José Luis Colmenares.
Otra animación en donde Noris, cofundadora de este proyecto, aparece cosechando semillas que germinan y seguirán germinando. Para dar paso a una resistencia simbolizada con bambúes y con Etnocidio fragmento de la pieza Canto (1995) también de Carlos Orta y con música de Emilio Mendoza.
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Fotografía Iván Ordoñez |
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Fotografía Iván Ordoñez |
La lluvia que nos refresca del calor y que gracias a ella florece y crece la naturaleza y nutre a todos los seres que habitamos esta tierra, fue acompañante de unas niñas y un niño, protagonistas del presente y futuro de Coreoarte. Reflejan el semillero, la alegría, el juego y la continuación...
"A Noris, por ser el alma, fuerza y vida de Coreoarte, un fruto artístico
de 30 años de logros. Esta obra no es cualquier cosa, y lo vimos y lo
sentimos ayer." Emilio Mendoza.